El CMV-22B Osprey, construido por la compañía Boeing y la subsidiaria Bell Textron, completó sus primeras operaciones de vuelo en el Centro de Ensamblaje de la fábrica en Amarillo, Texas.
Esta variante, empleada por el Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, reemplazará al turbopropulsor Greyhound Grumman C-2A, en las misiones que incluyen el transporte de personal, correo, suministros, carga desde tierra a portaaviones en el mar, carga a bases expedicionarias, entre otros.
“Con la capacidad de viajar hasta mil 150 millas náuticas (dos mil 130 km), el CMV-22B será un salvavidas para nuestros militares y mujeres en el mar. La calidad y la seguridad integradas en este avión revolucionarán la forma en que la Marina de los EU cumpla su misión crítica de entrega a bordo del transportista”, indicó Kristin Houston, vicepresidenta de los programas de Boeing Tiltrotor y directora del programa Bell Boeing V-22.
Otra de las misiones del Osprey es el transportar turbinas Pratt & Whitney F135 hacia y desde los portaaviones y buques.
Este jet tiene un tanque de combustible más grande que el MV-22, por lo que permite un mayor alcance; posee una radio de alta frecuencia más allá de la línea de visión, un sistema de megafonía para pasajeros, un sistema de iluminación para la carga, entre otros.
En compras, la Marina planea adquirir 44 ejemplares de este programa, última variante de su tipo. A detalle, el cuerpo de Marines estadounidense trabaja con el MV-22, mientras que la Fuerza Aérea vuela el CV-22.
Esperan que el avión alcance la capacidad operativa inicial en 2021, y una completa para 2022.
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