Pasar al contenido principal
29/12/2024

Respondieron controladores adecuadamente en el 11-S

Redacción A21 / Lunes, 12 Septiembre 2022 - 01:00
Lograron la hazaña de aterrizar 4 mil aviones en 2 horas y 15 minutos

Por Jorge Contreras

Los atentados contra las Torres Gemelas registrados hace 21 años, destacaron la importancia que tienen los controladores de tránsito aéreo en la industria, su labor fue destacada al lograr que más de 4 mil aviones aterrizaran en tiempo récord; son situaciones que la tecnología no puede remplazar hasta la fecha.

Diane Vaughan, profesora de sociología, asegura que el atentado contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, es un ejemplo muy importante que cambió la aviación mundial.

Explicó que en las más de 650 instalaciones de control de tráfico aéreo de Estados Unidos, se logró que en 2 horas y 15 minutos aterrizaran más de 4 mil aviones, a la par que se solicitaban aviones de combate, cerrando el espacio aéreo del país, en respuesta a estos sucesos sin precedentes.

“Michael McCormick supervisó ese día el tráfico aéreo en el noreste de los Estados Unidos, desde el Centro de Nueva York de la Administración Federal de Aviación (FAA) en Ronkonkoma y sus controladores notaron que el vuelo 11 de American Airlines (AA11) con destino a Los Ángeles, se ha desviado de su ruta de vuelo. Bruce Barnett, gerente de operaciones, advierte a McCormick que un vuelo posiblemente secuestrado se dirige a toda velocidad hacia Nueva York”, afirmó Vaughan.

Minutos después su compañero Dave Bottiglia ve desaparecer la señal del radar para AA11, lo que significaba que el avión se había estrellado contra la torre norte. 

Asimismo, señala que “el vuelo 175 de United Airlines (UA175) cambió su transponder y está ascendiendo rápidamente. McCormick se da cuenta de que UA175 probablemente iba a ser otra arma para usar en el World Trade Center y efectivamente, 17 minutos después, se estrella contra la Torre Sur, atravesando los pisos 77 al 85”.

Después del segundo impacto contra las Torres Gemelas, Ben Sliney, que empezaba ese día como gerente de operaciones nacionales de la FAA en Herndon, Virginia, ordena una "detención en tierra", prohibiendo el despegue de aviones en todo el país, agregó que 700 de los 4,500 aviones en el aire aterrizaron en 10 minutos

“Por su parte, McCormick ordena Air Traffic Control Zero (ATC Zero), o el cierre completo del espacio aéreo alrededor de la ciudad de Nueva York; fue la primera vez que ATC Zero se usaba. Estaba destinado a ser utilizado cuando ya no puede proporcionar servicios de control de tráfico aéreo en general debido a fallas en el equipo. Mientras Terry Biggio comenzó a supervisar el proceso de aterrizaje en el noreste”.

Los controladores de los aeropuertos de Dulles y National, en Washington, detectan el avión de American Airlines (AA77) que también iba a Los Ángeles, que se aproxima, volando rápidamente y demasiado bajo. Llaman al Servicio Secreto para decirles que evacuen la Casa Blanca lo antes posible, minutos después choca contra el Pentágono.

En Cleveland, el gerente de tráfico aéreo Rick Kettell reconoce similitudes entre los aviones secuestrados. Todos fueron vuelos transcontinentales, que tiene los tanques llenos de combustible, por ello ordena que su equipo busque vuelos comparables y es ahí donde Ed Ballinger, un controlador aéreo de United Airlines, con más de 40 años de experiencia, decide dar un paso más y enviar un mensaje lo más conciso posible advirtiendo de la situación a cada uno de los vuelos que están bajo su radar ese día. 

El vuelo 93 de United (UA93) es uno de ellos y está a minutos de convertirse en el cuarto avión secuestrado. “Cuidado con cualquier intrusión en la cabina: dos aviones chocaron el World Trade Center”, dice el texto de Ballinger.

El piloto del UA93, Jason Dahl, responde: “Ed, confirma el último mensaje, por favor”, pero no recibe respuesta.
El Centro de Cleveland rastrea el avión UA93 hasta Shanksville, Pensilvania, y monitorea, en el radar, su último choque contra el suelo. Stacey Taylor Parham, una de los controladores, le pide a un avión corporativo cercano que busque humo y le confirman lo sucedido. 

Por ello, Vaughan destacó la importancia del entrenamiento y la repetición en el trabajo permiten la transformación de los controladores. “La etnocognición se refiere a su sistema cultural compartido de conocimiento, que permite la coordinación a través de las fronteras. Además, debido a su experiencia en la improvisación de cambios estandarizados para adaptarse a la situación local, son hábiles para reparar en respuesta a las responsabilidades de la innovación tecnológica y organizativa”.

“Los controladores proporcionan la navegación a estima, que consiste en un trabajo interpretativo: trabajo de límites y etnocognición. Los controladores realizan dos tipos de trabajo de límites: mueven aviones a través de límites invisibles en el cielo que evitan que los aviones choquen. Para hacer esto, también deben mover aviones a través de los límites del sistema en tierra, de controlador a controlador. Pero esto no es fácil, porque cada espacio aéreo es diferente”, señala Vaughan en su libro “Navegación a estima: control del tráfico aéreo, efectos del sistema y riesgo”.

En julio pasado, la FAA propuso poner una segunda puerta en la cabina de vuelo de los aviones comerciales para proteger a la tripulación de intrusiones. La propuesta requerirá que los fabricantes de aeronaves instalaran dicha barrera tras que la regla entrara en vigencia.

“Las tripulaciones también merecen ser protegidas y esta propuesta de reglamentación es un importante paso hacia ese objetivo”, afirmó Pete Buttigieg, secretario del Transporte de EU.

La Administración Biden-Harris situó esta segunda barrera de cubierta en su lista de normas prioritarias desde 2021.

Facebook comments