A partir de mañana 26 de octubre, las autoridades aéreas de Estados Unidos aplicarán protocolos de seguridad orientados a mitigar la amenaza terrorista, entre los que se incluye la inspección obligatoria de todos los aparatos electrónicos –más grandes que un celular– de los pasajeros que transiten por los puertos aéreos de dicho país.
El pasado 26 de julio, la Administración para la Seguridad en el Transporte estadounidense (TSA, por sus siglas en inglés) anunció la implementación de revisiones de seguridad más estrictas en todos los vuelos hacia y al interior de la Unión Americana.
En los puntos de revisión y control, todos los pasajeros de rutas domésticas e internacionales deberán presentar los aparatos electrónicos que deseen llevar en cabina (excepto celulares) para que sean escaneados con máquinas de rayos X, de forma similar al proceso que actualmente se sigue con la revisión de computadoras portátiles (laptops) en las líneas de control.
Adicionalmente, se llevarán a cabo procesos para detectar aparatos explosivos en las maletas de los pasajeros, y estos últimos se verán sometidos a un breve interrogatorio sobre su equipaje por parte del personal de las aerolíneas, ya sea en las puertas de embarque o en mostradores de documentación.
Estas nuevas medidas afectarán a 180 aerolíneas y 280 aeropuertos en 105 países, lo que representa una revisión a más de 300 mil pasajeros que llegan diariamente a los Estados Unidos en cerca de dos mil 100 vuelos.
De acuerdo con la TSA, las aerolíneas recibieron un aviso de 120 días para cumplir con estas nuevas medidas.
Cabe resaltar que algunas empresas aéreas –especialmente del Medio Oriente– ya habían tenido que implementar revisiones de seguridad estrictas, luego de que en marzo de 2017, el gobierno estadounidense impusiera un veto de electrónicos a todos los vuelos hacia su territorio y que provinieran de doce puertos aéreos específicos.
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