En un momento en que la Nueva Carrera Espacial (NCE) atrae los reflectores por la hazaña india en el polo sur de la Luna, las potencias espaciales reconfiguran sus posiciones y metas en el espacio profundo, incluidas la Luna, Marte, Venus y el Sol. En ese escenario Estados Unidos, China, India y Rusia perfilan -a través de sus respectivos ambiciosos programas espaciales- sus capacidades espaciales y contraespaciales para alcanzar o mantenerse en el liderazgo. Siguiendo el desarrollo estadunidense, tanto China como Rusia han demostrado capacidades antisatélite que abarcan diversos sistemas de interferencia hasta plataformas cinéticas de eliminación, y continúan mejorando sus capacidades contraespaciales.
En la carrera hacia el espacio profundo, la Fuerza Espacial de Estados Unidos (US Space Force, USSF), establecida en diciembre de 2019, marcó un hito importante en el enfoque de EU en el espacio como dominio de defensa y seguridad. Una de las iniciativas torales emprendidas por la USSF es el desarrollo de una extensa red de sensores, conocida como Capacidad de Radar Avanzado en el Espacio Profundo (Deep Space Advanced Radar Capability, DARC), destinada a mejorar la conciencia situacional (space situational awareness, SSA), es decir, la práctica de rastrear y monitorear objetos en el espacio profundo, identificarlos, establecer sus órbitas, comprender el entorno en el que operan y predecir sus posiciones futuras y las amenazas a sus operaciones. La creación de esta red ha implicado la adjudicación de contratos a diversas empresas, y este artículo proporciona un análisis de la USSF, la DARC y los contratos adjudicados para su implementación.
La USSF es la rama más reciente del ejército estadounidense, encargada de salvaguardar los intereses de este país en el espacio. La USSF opera de manera descentralizada del Departamento de la Fuerza Aérea y se centra en tres áreas de misión principales: proteger los intereses estadounidenses y de sus aliados en el espacio, proporcionar capacidades espaciales a fuerzas conjuntas y de coalición, además de realizar operaciones espaciales.
En ese marco destaca la importancia de la DARC en el espacio profundo, que abarca regiones más allá de la vecindad inmediata de la Tierra, presenta desafíos y oportunidades únicos. Por ello, comprender y monitorear el espacio profundo es crucial por diversas razones, entre las que destacan:
1. Conciencia del dominio espacial (Space Domain Awareness, SDA): la DARC desempeña un papel fundamental en la mejora de la conciencia del dominio espacial, que es una capacidad importante para que el ejército estadounidense monitoree lo que sucede en el espacio, proporcionando a la USSF datos en tiempo real sobre objetos espaciales, desechos u otras amenazas potenciales, incluidas las capacidades contraespaciales de sus adversarios.
2. Seguimiento de objetos: el seguimiento y la identificación de objetos en el espacio profundo son fundamentales para la seguridad tanto de los activos espaciales estadunidenses como de los astronautas. Las capacidades de la DARC permiten a la USSF monitorear estos objetos con una mayor precisión.
3. Detección de amenazas: en la NCE en la que el espacio está cada vez más congestionado y disputado, la capacidad de detectar amenazas potenciales en el espacio profundo es vital para la seguridad nacional y la seguridad espacial.
De ahí la importancia estratégica que la USSF otorga a los contratos de la DARC. El desarrollo y operación de la DARC ha impulsado alianzas estratégicas con varias empresas de los sectores aeroespacial y de defensa. De acuerdo con el Comando de Sistemas Espaciales (Space Systems Command, SSC), comando de campo de desarrollo, adquisición, lanzamiento y logística espacial de la USSF, el programa DARC es parte de un esfuerzo mayor para avanzar hacia una empresa espacial resiliente en las capacidades de concienciación del dominio espacial de EU capaz de disuadir la agresión de potenciales adversarios. Algunas empresas destacadas a las que se les han adjudicado contratos para proyectos relacionados con la DARC incluyen a:
1. Lockheed Martin: empresa líder en el sector aeroespacial y de defensa, que ha participado en varias iniciativas relacionadas con la DARC. Su experiencia en sistemas de radar y tecnología espacial la ha convertido en un actor clave en la mejora del conocimiento de la situación espacial.
2. Northrop Grumman (NG): es otro importante contratista de defensa que ha contribuido a la DARC a través de sus tecnologías de sensores avanzadas y su experiencia en sistemas espaciales. NG ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de las capacidades de vigilancia espacial, por lo que la USSF tiene la intención de adjudicarle -a finales de 2023 o principios de 2024- un contrato de fuente única para desarrollar dos sitios de radar terrestres para rastrear objetos espaciales, que serían el segundo y tercer sitio de la DARC de la USSF. En febrero de 2022, NG ganó un contrato de 341 millones de dólares para desarrollar el primer sitio DARC en la región del Indo-Pacífico. Se espera que el segundo y tercero estén ubicados en Europa y en Estados Unidos. En mayo 2023, NG anunció que su propuesta de la DARC pasó una revisión crítica de diseño, por lo que se espera que el primer sitio esté terminado en 2025.
3. Raytheon Technologies: conocida por sus avanzados sistemas de radar y sensores, también ha conseguido contratos relacionados con la DARC. Sus contribuciones se han centrado en mejorar la precisión y el alcance del seguimiento del espacio profundo.
4. SpaceX: ha desempeñado un papel único en el desarrollo de la DARC. Además de lanzar al espacio cargas útiles relacionadas con la DARC, SpaceX también ha participado en el desarrollo y despliegue de sensores espaciales.
En términos generales, la implementación de la DARC y los contratos adjudicados a estas empresas ofrecen varios beneficios y desafíos para la USSF y los programas de defensa y espacial de EU:
1. La DARC mejora significativamente la capacidad de la USSF para monitorear objetos del espacio profundo, mejorando la conciencia situacional espacial y reduciendo significativamente el riesgo de colisiones.
2. Los datos obtenidos a través de la DARC ayudan a identificar amenazas potenciales y salvaguardar los intereses de seguridad nacional y espacial estadunidense.
3. La cooperación internacional de la USSF con otras naciones y empresas privadas promueve la innovación y fomenta asociaciones en la comunidad espacial global.
Sin embargo, también existen desafíos a considerar:
1. Desarrollar y mantener sistemas avanzados de vigilancia espacial es costoso y las limitaciones presupuestarias pueden afectar el alcance y la escala de la DARC, considerando la existencia de otras misiones del programa espacial -de mayor importancia- como Artemis y Mars Samples Return, entre muchas otras.
2. A medida que los desechos espaciales continúan acumulándose en las órbitas bajas (LEO) y medianas (MEO), el papel de la DARC en el seguimiento y mitigación de estos desechos se vuelve cada vez más importante, inclusive más allá de un sistema de gestión de tráfico espacial (STMS).
3. El despliegue de sistemas avanzados de vigilancia espacial -sin duda- generará preocupaciones diplomáticas en los foros multilaterales especializados, por el simple hecho de implicar actividades de monitoreo en el espacio ultraterrestre.
El estilo de vida actual de la mayoría de la población mundial se beneficia del desarrollo de la tecnología espacial (por el rápido acceso a bienes, servicios e información global a través del internet satelital, cajeros automáticos, conexión a las redes sociales y otros servicios basados en plataformas satelitales), mediante los diversos servicios proporcionados por el espacio, muchos de los cuales derivan (Spin-off) de la innovación militar.
En este escenario, los sectores espacial, civil, comercial y de seguridad nacional son cada vez más interdependientes, debido a la convergencia de diversos sectores relacionados con el espacio. A medida que el sector comercial toma la iniciativa en el desarrollo de tecnología y capacidades espaciales en la NCE, el sector de seguridad nacional se vuelve más exigente y requiere de mecanismos específicos para garantizar la seguridad y la estabilidad en el dominio espacial. El suceso más significativo en la NCE es el surgimiento y avance de amenazas a la seguridad espacial y el potencial de conflicto que se extiende al dominio espacial. El sector de seguridad nacional requiere nuevas capacidades desarrolladas para la concientización del dominio espacial, entre otras necesidades de las misiones no sólo relacionadas con los servicios terrestres, sino también vinculadas al sistema Tierra-Luna, y más allá.
En suma, la DARC de la USSF representa un paso significativo para mejorar la conciencia de la situación espacial y asegurar los intereses nacionales estadunidenses en la vasta extensión del espacio profundo. Los contratos adjudicados a las empresas antes citadas han sido fundamentales en el desarrollo y funcionamiento de la DARC. Si bien la DARC ofrece numerosos beneficios en términos de concientización sobre el dominio espacial y la seguridad nacional, también conlleva desafíos relacionados con el costo, los desechos espaciales y la diplomacia. A medida que las actividades en el espacio profundo continúen evolucionando, la DARC permanecerá a la vanguardia de los esfuerzos de la USSF, para coadyuvar a mantener la superioridad estadunidense en este dominio crítico en la seguridad nacional y espacial.
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