En el evento de una colisión a alta velocidad entre un avión de pasajeros y algún objeto externo, el daño estructural al fuselaje es mayor cuando se trata aeronaves no tripuladas (comúnmente conocidas como drones), comparado con el daño que provocaría un choque con aves, como lo consignó un reporte dado a conocer esta semana por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
En el referido estudio, la autoridad aeronáutica concluyó que los drones tienen mayor probabilidad de chocar con las orillas de las alas, los estabilizadores verticales u horizontales del avión, o con las ventanas de las aeronaves.
De igual forma, se confirmó que la severidad de la colisión depende en gran medida del diseño de los drones, que normalmente están construidos con materiales plásticos y metálicos de alta densidad, además de las baterías, cámaras u otros objetos transportados por estas aeronaves. Otro factor preponderante es la fuerza dinámica del impacto.
La investigación consistió en aproximadamente 180 simulaciones que se llevaron a cabo en un periodo de doce meses, y que fueron conducidas por la llamada Alianza para el Sistema de Seguridad de Aeronaves no Tripuladas (ASSURE, por sus siglas en inglés).
Al respecto, Marty Rogers, director de ASSURE, resaltó que aunque el impacto de aviones con aves ha sido ampliamente documentado, era necesario conocer la gravedad de los efectos en las estructuras y sistemas de propulsión que pueden derivarse de choques con cuerpos aéreos de mayor densidad y rigidez, como son los drones.
La iniciativa ASSURE seguirá realizando estudios sobre la severidad de las colisiones entre drones y aeronaves de turbinas, rotores y hélices, hasta el 2021.
Según la FAA, este año se ha registrado un promedio mensual de 250 invasiones al espacio aéreo cercano a los aeropuertos estadounidenses, mientras que el año pasado fueron solamente 159 intrusiones por mes.
Asimismo, autoridades de varias ciudades han mostrado su preocupación en torno al tráfico de drones, incluyendo el Departamento de Policía de Los Ángeles, California (LAPD, por sus siglas en inglés).
En agosto de 2015, un dron estuvo a 15 metros de chocar con un helicóptero de LAPD en medio de un operativo de búsqueda de un sospechoso. El piloto tuvo que realizar una acción evasiva, mientras que el operador de la aeronave no tripulada no impugnó el cargo de obstrucción.
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