La aviación es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de cualquier nación y México es un país que tiene un gran potencial en el sector aeronáutico, tanto en términos de transporte de pasajeros como de carga.
En México, su importancia es aún mayor debido a la vasta extensión del territorio, la creciente necesidad de conectar regiones diversas y apartadas, y el turismo que es una gran fuente de ingresos en nuestro país.
Sin embargo, la gestión de este sector ha sido tradicionalmente reactiva y fragmentada, limitada por los ciclos políticos de seis años. Para asegurar un desarrollo sostenido y coherente, es imperativo que la próxima Administración Federal establezca una Política de Estado en materia de Aviación que trascienda el corto plazo y se enfoque en el largo plazo.
Una Política de Estado en Aviación debe basarse en una visión integral y de largo plazo que fomente la planificación estratégica y la continuidad en la implementación de proyectos. La aviación no solo facilita el transporte de personas y mercancías, sino que también impulsa el turismo, el comercio internacional y la inversión extranjera.
Es por ello que, para aprovechar al máximo este potencial, es fundamental que la persona que asuma la presidencia del país en el próximo sexenio construya una política de estado sólida y que trascienda el plazo de 6 años, con una visión a largo plazo en materia de aviación.
Una política de estado para la industria aérea va más allá de los intereses y objetivos de un solo sexenio, o de un solo partido, deben estar basados en los intereses de una Nación. Hemos visto que en la actualidad los objetivos en los que se sustenta la aviación van inclusive a más de 10 años, por ejemplo: la meta que tiene la Organización de la Aviación Civil para el año 2050 de que la aviación sea “net zero”, es decir que la industria de la aviación reduzca sus emisiones de carbono a la atmosfera a 0 emisiones, esta meta a largo plazo debe contemplarse dentro de la política de cada estado signante del Convenio de Chicago de 1944. Se trata de establecer una visión estratégica y un plan de acción que trascienda los cambios de gobierno, garantizando la continuidad y el desarrollo sostenible del sector aeronáutico en el país.
Entre los aspectos clave que esta política de estado debe abordar se encuentran:
- Seguridad Operacional: Se debe fortalecer la seguridad en todos los ámbitos de la aviación, implementando los más altos estándares internacionales y fomentando una cultura de seguridad.
- Infraestructura aeroportuaria: Es necesario invertir en la modernización y ampliación de los aeropuertos existentes, aumentando su capacidad y eficiencia del sistema aeroportuaria nacional. Ver esta ampliación de la infraestructura aeroportuaria con una visión sostenible, así como invertir y modernizar los sistemas de control de tránsito aéreo y navegación aérea para soportar el crecimiento proyectado del tráfico aéreo y mantenerlos actualizados con la tecnología más avanzada.
- Conectividad: Se debe trabajar en mejorar e impulsar la conectividad aérea tanto a nivel nacional como internacional, fomentando la apertura de nuevas rutas y la llegada de más aerolíneas al país. Esto creará una mayor oferta de servicios, impulsará el turismo, el comercio y la integración regional.
- Capacitación y Profesionalización del Personal: La política de estado debe garantizar los más altos estándares de seguridad y calidad en la aviación, no solo en términos de infraestructura como de operaciones sino también en la formación y capacitación continua del personal técnico aeronáutico y administrativo, lo cual nos permita elevar el nivel de la industria a una más ágil, profesional y eficiente, que cumpla con los estándares internacionales requeridos por la OACI y demás organismos internacionales.
- Marco legal regulatorio claro: El contar con un marco regulatorio claro, actual y eficiente, otorga certidumbre jurídica a todos los actores de la industria. En la actualidad nuestro marco normativo interno es muy complejo, no solo contamos con la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos y sus reglamentos, que además debemos tener en consideración todos los tratados internacionales de los cuales nuestro país forma parte, si no que tenemos reglamentos que datan de 1950, normas oficiales mexicanas, cartas políticas, circulares obligatorios y un sin número de disposiciones técnico administrativas que cada vez es más hacen más complejo nuestro marco normativo.
- Innovación y tecnología: Es fundamental fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación en el sector aeronáutico, aprovechando las capacidades y talentos del país. Esto permitirá posicionar a México como un referente en la industria a nivel global al adoptar tecnologías y prácticas de vanguardia.
- Sostenibilidad ambiental: La política de estado debe promover la adopción de prácticas y tecnologías más limpias y eficientes en la aviación, contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y al cuidado del medio ambiente, para ir de acuerdo con las políticas ambientales mundiales en la industria de la aviación.
Para lograr todo esto, es necesario un liderazgo firme y visionario por parte de la persona que asuma la Presidencia de nuestro país. Se requiere de una visión clara y de un compromiso a largo plazo, una asignación adecuada de recursos, así como profesionalizar a nuestra autoridad, fortaleciendo sus capacidades de supervisión, promover una cultura de seguridad, fortalecer nuestra regulación y estrechar la relación con la OACI y otros organismos internacionales. Además, algo que es vital para que esta política avance, es una estrecha colaboración entre el gobierno, la industria y la sociedad civil.
Ya he comentado en otras ocasiones, que la industria tiene personas con muchísima experiencia y conocimiento ya que tienen algunos más de 20 años de carrera en el sector aéreo y que todo ese conocimiento pueden aportarlo en mesas de trabajo, comités, en las cuales se pueda escuchar las necesidades y dolores que aquejan a la industria y poder tomarlos en cuenta para un desarrollo e impulso más holístico que abarque todas las necesidades actuales.
Esta política de estado debería tener al menos una visión a 20 años, fortaleciendo la seguridad en todos los aspectos de la industria aérea; impulsando la competitividad y desarrollando infraestructura de clase mundial, para que la aviación sea una palanca del desarrollo económico y social del país. Que se implementen programas específicos con una estrecha colaboración entre gobierno, industria y academia, y que estén sujetos a una evaluación y actualización continua para asegurar el logro de los objetivos planteados.
Una política de estado en materia de aviación no solo beneficiará al sector aeronáutico, sino que tendrá un impacto positivo en toda la economía y la sociedad mexicana. Generará empleos, impulsará el crecimiento económico, mejorará la conectividad y posicionará a México como un actor clave en la aviación global.
Nuestro país cuenta con un gran número de profesionales en la industria que podemos aportar, conocimiento, en todas las hélices que conforman el sector aéreo, que estamos interesados en aportar un granito de arena para ver que la industria de la aviación retome el vuelo.
Es hora de que México dé un salto cualitativo en su política aeronáutica. Estoy deseosa de ver que la persona que dirija el país en el próximo sexenio tome las riendas en este ámbito, ya que tiene la oportunidad y la responsabilidad de sentar las bases para un futuro brillante en este sector estratégico. Una política de estado en aviación, construida con visión de largo plazo, es el camino para lograrlo. Y si así no lo hiciere, que la Nación se lo demande.
La aviación te necesita.
Hasta el próximo vuelo.
Era Calderón
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