Quiero insistir en el tema del presupuesto porque me parece que las autoridades hacendarias no han entendido la importancia de dotar de los recursos adecuados a la autoridad aeronáutica y las implicaciones tan graves que significa el no contar con los elementos pertinentes para que hagan bien su trabajo. Al actual partido político convertido en gobierno le tocó la degradación a categoría dos que nos zampó el gobierno de Estados Unidos en uso de su pleno derecho bajo un programa de verificación de apego a los preceptos inscritos en los anexos de OACI en materia de seguridad, a los que debemos sujetarnos los países que estamos inscritos a ese organismo internacional de gran prestigio, al detectar que nuestra autoridad aeronáutica no seguía con puntualidad algunos de los anexos nada menos que los principales. Hacía mucho tiempo que nuestro país no caía a niveles tan bajos en cuanto a prestigio a nivel mundial, ¿comprometida la seguridad? ¡claro que lo estaba!, nomás imaginemos qué aviación teníamos si no había una autoridad confiable que verificara el apego a los lineamientos del órgano de mayor prestigio en materia de aviación, del mundo.
Este tema de la degradación causó graves problemas al país, aunque algunos políticos trataron de minimizar las consecuencias como el impedimento a las empresas mexicanas de volar a Estados Unidos en servicios nuevos, con más de veinte aeronaves sin poder incrementar su oferta, como una de las consecuencias más significativas. Esto aparte del desprestigio que sufrió el país en materia de aviación ya que quedamos como un país que no sabe seguir las reglas internacionales, ambas tomarán un tiempo para recuperarse. Nadie que conozca algo de aviación mexicana podría dudar que el arreglo para regresar a la categoría uno estuvo inundado de tintes políticos y lo grave de esto es que corremos el riesgo de nuevamente caer en categoría dos, y quiero aclarar que en la época calderonista fue que se cayó a categoría dos y se recuperó en gran parte gracias a habilidades políticas, debemos reconocer que a partir del 2010 que fue la primera degradación, no se hicieron los cambios que el país debía realizar en materia de aviación, ahora tampoco se han realizado los cambios que debieran hacerse, parece que no aprendemos, ¡caray!
Ya que estamos reconociendo que los cambios no se han realizado, también deberemos reconocer que no se trata de que los militares estén al frente de la autoridad aeronáutica, trátese de civiles o militares no se ha tenido el apoyo que se debe por parte de la asignación del presupuesto. Me tocó tratar de explicar a un político de muy alto nivel qué es la OACI, se lo expliqué con peras y manzanas y después de escucharme y reconocer que se debían varias decenas de millones de pesos de cuotas que no se habían pagado, casi me voy de espaldas cuando me dijo que lo mejor era salirnos de OACI. Casi me da un infarto y le dije que nuestro país es uno de los más antiguos del organismo internacional y bajo ningún motivo nos convenía abandonar sus filas, nomás imagínense en donde estaríamos. Finalmente lo convencí y después de mucho esfuerzo se logró convencer a mucha gente del gobierno de que debíamos pagar y ponernos al día con nuestras cuotas.
Hago un llamado respetuoso a las autoridades hacendarias para que se rectifique el presupuesto asignado a la autoridad aeronáutica y se le asigne lo que debe de tener como presupuesto para que desarrollen bien su trabajo. Principalmente esto se debe hacer por seguridad nacional, por favor infórmense adecuadamente y verán lo importante que es que la autoridad esté al día y sus integrantes tengan los salarios adecuados. Recuerdo que cuando empecé a trabajar en las filas de la autoridad al frente de Licencias, no se tenía presupuesto ni para papel para imprimir los diversos permisos que se otorgan a los usuarios para diferentes funciones. Mucho del mobiliario había sido donado por alguna escuela o alguna empresa, bueno, hasta los muebles de baño de la oficina del director de licencias habían sido donados por algún usuario de los servicios aeronáuticos. También puede explorarse la idea de recibir donaciones, sería cuestión de que los departamentos legales del donante y la autoridad aeronáutica se pongan de acuerdo y se llegue a algún arreglo para que se reciban donaciones en especie de una forma totalmente transparente. Esto último lo digo porque parece que está cuesta arriba que las autoridades hacendarias recapaciten y asignen mayor presupuesto a la AFAC.
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