Es importante no confundir las cosas cuando se habla de temas de aviación, si bien es cierto Boeing ha tenido problemas serios de los que aún no se tiene certeza acerca de su causa, dónde es que se inicia el problema, cuál es la causa raíz. Ahí están estancados, eso, aunado a los problemas serios como los accidentes de los aviones MAX y el último incidente en que se hizo un hueco enorme en el fuselaje en pleno vuelo a 16,000 pies. Por supuesto que no minimizo lo que pasó pero, como todo accidente, merece ser analizado porque lo que menos se quiere es que se vuelvan a repetir los errores, porque los hubo, del pasado. En aquel entonces con el afán de ofrecer costos mejores se obviaron procesos de capacitación que merecía la introducción de este aeroplano dados los componentes electrónicos novedosos que hacían su aparición en este sofisticado avión. La competencia salvaje con Airbus hizo que procesos e implementos nuevos se pasaran por alto y lo que se logró fue sacrificar a casi cuatrocientos viajeros de distintas nacionalidades.
La autoridad aeronáutica norteamericana hizo su trabajo y revisó de pe a pa los procesos de ensamblado de muchos componentes antes de levantar el veto al vuelo a nivel mundial que ya amenazaba con causar grandes estragos en la aviación mundial. Después de promesas y correcciones y revisiones a los componentes por los que se provocó la tragedia sin olvidar procesos simples de adiestramiento de las tripulaciones técnicas se logró echar a andar nuevamente un buen número de aviones a nivel mundial. No fue fácil y no ha sido brincada la cerca aún, muchos viajeros no quieren saber nada de los aviones MAX, producto de la nueva estrategia de renovación del gran coloso de la fabricación de aviones. Cuando ya todo indicaba que se había superado el problema resulta que una parte del fuselaje cedió a las presiones atmosféricas e internas de una aeronave y, sin provocar pérdidas humanas, se provocó un hueco enorme que causó otro en la confianza y tranquilidad de los viajeros.
Dados estos casos se ha puesto una gran lupa en los vuelos que la Boeing realiza, principalmente en Estados Unidos y ha habido problemas como un descenso repentino en un Boeing 787 y sospechas de procedimientos defectuosos de armado de estos enormes aeroplanos. Todos estos problemas han sido ampliamente reportados a la autoridad norteamericana y la fábrica se ha hecho acreedora a un lastimoso programa de verificaciones constantes a los procesos de calidad que es en donde, dicen, radica el problema de Boeing. Yo pienso que no debe exagerarse porque ahora cualquier cosa que sucede de manera es usada para desprestigiar a la armadora, muchas de las aseveraciones por supuesto que son exageradas y muchas otras no merecen ni siquiera ser tomadas en cuenta ya que provienen de planes que se ve se originan en golpeadores mediáticos de los competidores de la Boeing.
Hay fallas que se han mencionado que pueden ocurrir a cualquier aeronave, nada tiene que ver la marca de esta, lo mismo sucede con los brasileños, los franceses, los ingleses o los norteamericanos. ¿Los aviones Boeing son confiables? Sí lo son, claro que lo son, como piloto de una amplia experiencia en el mundo de los aviones pido a los lectores que no caigan en juegos de suposición no nos queda y no se abona a privilegiar la seguridad de las operaciones. Confíen en la gente que les lleva de un lado a otro, ellos son profesionales y nunca arriesgarían sus vidas, siéntanse a gusto cuando vuelan, hay mucha gente detrás de las operaciones.
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