La terminal ha sufrido una serie de problemas en los últimos días que han provocado desde retrasos en las operaciones hasta cancelaciones de los vuelos
Ante la serie de problemas que ha vivido el Aeropuerto Internacional de Newark en los últimos días, Scott Kirby, CEO de United Airlines, afirmó que volar a dicha terminal es absolutamente seguro.
El hub en Nueva Jersey se ha visto afectado los últimos días por la falta de controladores de tráfico aéreo, caída del Control de Aproximación por Radar en Terminal (TRACON) de Filadelfia que vigila su tráfico y hasta la construcción de una pista.
Todo esto ha provocado que las operaciones tengan retrasos continuos y hasta la cancelación de vuelos por parte de United mismo.
“Nuestros dedicados controladores de tráfico aéreo necesitan claramente más personal y mejor tecnología, y la buena noticia es que la Administración Federal de Aviación (FAA) tiene un plan para que eso ocurra, pero, a pesar de estos desafíos, existen muchos procedimientos para garantizar su seguridad cuando vuelan con nosotros,” señaló Kirby en una carta dirigida a los clientes con vuelos programados desde Newark y residentes de la zona que hayan volado desde ahí.
Apenas este 12 de mayo el secretario de transporte de Estados Unidos, Sean P. Duffy, anunció la creación de un equipo técnico para atender los problemas en Newark, además de una investigación.
La semana pasada el mismo funcionario dio a conocer un plan maestro para renovar todo el sistema de control de tráfico aéreo del país, al cual considera obsoleto.
En su mensaje a los clientes, Kirby subrayó que los pilotos de United, que maneja una alta actividad en Newark, están capacitados para manejar una amplia gama de incidentes, incluidos apagones de radar o fallas en las comunicaciones.
“La verdad es que todos los vuelos dentro y fuera de Newark son absolutamente seguros. Ni la FAA ni United comprometerán jamás la seguridad”, aseveró el directivo.
Duffy dijo este martes a CNBC que convocará este miércoles a las aerolíneas que operan en Newark con el fin de acordar una posible reducción de capacidad en el aeropuerto.
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